¿Conoces el aislamiento térmico reflexivo? En este artículo conocerás su significado, tipos y beneficios.

Aislamiento térmico reflexivo

Fabricados con capas de ligero espesor, el aislamiento térmico reflexivo es ligero, fácil de instalar y su precio es muy accesible. Gracias a su sistema multicapas es muy práctico, pues el calor demora más en salir o entrar, tal como lo indican desde AislaMadrid.

Sus componentes principales son láminas de aluminio, poliéster o en su defecto espuma de polietileno. Durante las temporadas de invierno o verano las construcciones que tienen este tipo de aislamiento tendrán alto beneficio en el manejo de las corrientes térmicas.

Es de gran utilidad instalar aislamientos en edificios o viviendas porque evita que las temperaturas ambientales afecten el interior de la superficie. Por consiguiente, las condiciones del entorno serán más agradables.

Los aislantes térmicos reflexivos representan una gran alternativa para cubrir las necesidades de cada usuario. Pues goza de aceptación gracias a sus componentes y sobre todo su rendimiento y durabilidad.

Tipos de aislamientos reflexivos

Se pueden definir dos tipos de aislamientos:

  1. Los fabricados con 2 capas de aluminio, una base de espuma de polietileno o burbuja. Es fácil de instalar y su precio es muy accesible.
  2. Los aislantes multicapas, como su nombre lo indica está diseñado por varias coberturas de material de fibras naturales y film de baja emisión de temperatura.

La colocación de varias capas permite que el aislamiento sea de mejor consistencia y mayor elasticidad.

La colocación del aislante, sea cualquiera la elección, debe proporcionar un reflejo térmico elevado que garantice el equilibrio de la temperatura en la vivienda o edificación.

 

Beneficios de los aislamientos térmicos reflexivos

Los principales beneficios de instalar este tipo de aislamiento son:

  • Fácil instalación. Se pueden colocar sin muchas herramientas, con solo contar con un cúter y tijera para moldearlo, y pegamentos o tornillos para montarlos.
  • Seguridad. El material utilizado para fabricar los aislamientos térmicos es totalmente seguro, no correrá peligro para instalarlo o manipularlo. Al colocarlo en exteriores se deben usar lentes de sol, pues el material de aluminio puede reflejar los rayos solares y perturbar la visión.
  • Ahorro monetario. Contar con aislamientos térmicos proporcionará un ahorro significativo en la factura de luz y gas. Así como en relación a la calefacción y el aire acondicionado, ya que la temperatura estará más preservada.
  • Utilidad en distintas épocas del año. Durante el invierno aportan calor hacia la zona interna. En la temporada de verano actúan a la inversa, ya que transmiten el calor hacia la parte externa.
  • Durabilidad máxima. Lo que aporta resistencia ante el clima y no reproduce hongos ni bacterias. Además, presenta resistencia al agua y a la humedad.
  • Facilidad de instalación. Se pueden colocar en muros, techos, paredes y suelos sin mayor complicación.

 

Por último, son buenos para aislar el ruido. Además, por su mínimo espesor son ideales para aislar cerramientos, sin correr riesgo de perder espacio útil en la superficie interna.

 

Importancia de los aislamientos térmicos reflexivos

Debido al consumo de energía que se da en las zonas residenciales, el aislante térmico ayuda a controlar el gasto energético en gran manera. Por su destacado diseño es un material de construcción que no puede faltar en los edificios o viviendas nuevos.

Mientras mejor sea la calidad del aislante térmico, las emisiones energéticas serán más controladas. En las temporadas frías o calurosas, mantendrán el confort deseado en las edificaciones.

Si se quiere mantener un clima agradable en cualquier época del año sin que esto suponga un gasto excesivo, lo más recomendable es decantarse por colocar aislamientos térmicos reflexivos en los inmuebles.